El secreto de la buena salud en las biotecnológicas valonas26/02/2021

“Hoy por hoy, el sector de biotecnología en Valonia muestra tal crecimiento que posee un tamaño desproporcionado a su tamaño real en Europa o el resto del mundo.”

 

En las cuatro esquinas del mundo las empresas de biotecnología valonas han conquistado inversionistas. De acuerdo al periódico L’Echo, al menos 687 millones de euros se han invertido recientemente en empresas valonas especializadas en ciencias de la vida. Hoy, las empresas belgas de biotecnología tienen un valor de 27 miles de millones de euros, de acuerdo a las cifras publicadas por KBC Securities.

 Detrás de estos cientos de millones de euros, mujeres y hombres trabajan cotidianamente. Algunos toman riesgos, invierten o – en ocasiones- dimiten de un puesto académico en una universidad o como médico en un hospital, para intentar concretizar una idea o una investigación. Estas “biotechs” tienen cada vez impactos más concretos en la vida de los Belgas: Imcyse (lucha contra la diabetes), EyeD Pharma (Implantes intra-oculares), KiOmed Pharma (Osteoartritis de rodillas) o bien, Osivax (Vacunas contra la gripe).

Las autoridades también invierten en proyectos de infraestructura para absorber estas nuevas necesidades: Como con la expansión de la zonificación de Gosselies, desarrollo de un nuevo inmueble cerca de Erasme, sin olvidar el LegiaPark en Lieja, un centro dedicado a las start-ups especializadas (Con salas desinfectadas, zonas para producciones en pequeña escala y centros de almacenamiento.)

 

Un ecosistema a largo plazo

 Actores públicos y privados mantienen la mirada atenta al sector. Uno de los más influyentes es la SRIW, sociedad valonia de inversión, en la que Gery Lefebvre es Investment Manager Life Sciences. Él insiste en el anclaje hacia un buen ecosistema: “La SRIW tiene un rol unificador, escuchamos siempre los proyectos y buscamos relacionarlos con los mejores actores que fervorizarán su desarrollo. Awex, por ejemplo, nos permite un rápido acceso a los actores extranjeros competentes para ciertos proyectos de investigación o financiamiento.”

Las recientes recaudaciones de fondos de Miracor (especializada en cardiología intervencional), de Hyloris o bien de Univercells, son excelentes ejemplos. Esta última se destinó completamente a la producción de vacunas a bajo precio, como lo explica Hugues Bulot, uno de los dos fundadores, junto con José Castillo: “Trabajamos sin descanso para tener centros de producción adecuados y posteriormente reclutar numerosos puestos.” En otro campo, la biotecnológica Oncomfort continua su trabajo de investigación (lucha contra la ansiedad de los pacientes por medio de lentes de realidad virtual); sin olvidar el trabajo de la biotecnológica Novasep, en el abastecimiento de una de las primeras vacunas anti-Covid para AstraZeneca.

 

 

 

Pensando en la reciprocidad

De acuerdo con Jean-Claude Havaux, CEO de Zen Tech (test covid), todo esto es posible porque existe en el terreno un entramado de empresas muy competentes “Después de años de invertir en un ecosistema reactivo que, por ejemplo, ha sido de gran utilidad para realizar pruebas en la presente crisis.” Añade que “existe un sistema que cuenta con grandes actores farmacéuticos como GSK, tanto para medicamentos como para inmunoterapia. Esto, apoya a una subcontratación científica que es orientada y benéfica para numerosos actores.”

 

Reinyección de inversiones

Mientras que la biotecnológica Ogeda (quien producía un medicamente para aliviar las molestias de la menopausia) ha sido vendida por 800 millones de euros a la japonesa Astellas; dos de sus fundadores, Jean Combalbert y Graeme Fraser, reinvirtieron parte de sus fonfos en Epics Therapeutics (medicamentos contra el cáncer) y en la creación de un fondo de inversión: “Eden Biocapital”. Para Francois Blondel, CEO de Delphi Genetics, esta reinversión es esencial para el sostenimiento y los desarrollos futuros: “Revendí las partes de mi empresa en 2010 (start-up médica especializada en el tratamiento del cáncer). Reinvertí y apoyé alrededor de quince empresas.” Para él, este aspecto es indispensable: “Hoy por hoy, tengo funciones en cuatro empresas: dos en Charleroi y dos en Lieja: Oncodna, Delphi Genetics, Kitozym y KiOmed Pharma.” Blondel tiene muchas esperanzas: “Hoy, las empresas valonas realizan ofertas públicas de adquisición en empresas del extranjero. Tienen un crecimiento extremo (Oncodna). Esto prueba una cierta madurez en el mercado, Creamos una espiral virtuosa.” De acuerdo a su perspectiva, la cereza del pastel son los financiamientos cada vez más accesibles: “Los fondos flamencos han sido aún más atractivos para Valonia tras la venta de Ogeda. La clave, es el valor que han creado. Un éxito como ese, es un mensaje a la población de que hay que ser audaces ¡Vamos!”

 

La importancia de los fondos de inversión

Agnès Flémal, directora de WSL, incubador valón de ciencias en Lieja, apunta en este sentido: “Estos fondos valones e internacionales (EUA, Asia,…) tienen efectos de apalancamiento”. Flémal nos recuerda la importancia de financiamiento para la investigación pura y aplicada “por medio de las universidades y centros de investigación… y su transferencia hacia start-ups que los valoren.”

 

Empleo

Aún si hoy el sector se encuentra floreciendo, carece de al menos 2500 personas en todos los niveles: ingenieros, técnicos, operadores, control de calidad, gestores de proyectos, administración… Una lista de magnificas oportunidades.

 

Por Vincent Liévin

Artículo retomado de la Revue W+B n°150.